Vaya, no sé cómo comenzar esta entrada…

En 2005 empecé a escribir una novela ambientada en el lejano Oeste. Sabía cómo quería que fuera el principio y sabía cómo iba a ser, más o menos, el final. Así que me puse a escribir. Por aquel entonces yo era un escritor de los llamados brújula (aunque aun no conocía ese concepto), es decir, que con una idea, me lancé a la aventura, sin planificar la historia previamente. ¿Qué pasó? Que después de 163 páginas, ya no supe cómo continuar. Durante un buen tiempo estuve motivado y escribiendo, siguiendo el camino que me indicaban los personajes, pero llegó un momento en el que me quedé atascado, y los personajes también.
¿Me encontraba ante un bloqueo de escritor?
Pues yo diría que sí. Abandoné la novela, dejé de escribir durante un tiempo, luego la retomé para introducir algunos aspectos históricos, pero a los pocos meses la volví a dejar en un cajón (literalmente, porque la imprimí). Sin embargo, no creo que tuviera un bloqueo total, porque poco después me puse con otra novela que, tras algunos bloqueos más, logré acabar y, de hecho, he llegado a publicarla. A lo mejor has oído hablar de Tiempo muerto (guiño, guiño).
¿Y cómo se supera un bloqueo de escritor?
Pues lo primero que hay qué hacer es identificar qué tipo de bloqueo tienes. Es decir, determinar qué es lo que provoca ese bloqueo. Puede ser que hayas desconectado con los personajes y con la historia. Puede ser que no sepas describir una escena concreta. Puede ser que simplemente estés cansado. Puede ser que hayas perdido la motivación y pienses que lo que has escrito hasta ese momento no le va a gustar a nadie o no merece la pena ser leído. Hay muchos tipos de bloqueos y hay estrategias para atacar a cada uno de ellos.
En mi caso, los personajes dejaron de guiarme y, de repente, me encontré perdido. Desconecté totalmente de la historia. Después de tantos años de bloqueo, ni siquiera tiene un título, sigue llamándose Borrador. Con el tiempo he aprendido que soy un escritor más productivo cuando trabajo como un escritor mapa. Es decir, que planifico bien la historia antes de ponerme a escribir. Determino el camino que deben llevar los personajes. Así, si me bloqueo, solo tengo que echarle un vistazo al mapa para saber por dónde debo dirigirme. Con lo que para solucionar mi bloqueo con esta novela, debo leerme esas 163 páginas para volver a impregnarme de la historia y los personajes y, después, tengo que ponerme a planificar qué debe pasar a continuación hasta llegar al final que había ideado en 2005 o, por el contrario, idear un nuevo final e ir a por él. La planificación fue lo que salvó el bloqueo que tuve con Tiempo muerto, y creo que volvería a funcionar con esta novela.
Pero si lo que te ocurre es que te has atascado con una escena concreta, ¿por qué no te la saltas? Sigue escribiendo otro tramo de la historia. A lo mejor, dentro de unos días, escribiendo otro pasaje, se te ocurren las palabras que estabas buscando y que te dejaron bloqueado.
Es posible que solo sea cansancio. Prueba a hacer otra actividad. Lee, sal a pasear, ve la tele un rato, desconecta durante unos días, no unos años, como hice yo (recuerda que mi bloqueo era de otro tipo). A mí me funciona salir a caminar sin rumbo. Ha habido veces que después de una caminata, he tenido que coger el móvil y mirar Google Maps para saber cómo volver a casa. Otra cosa que me funciona es correr. Al fin y al cabo, es caminar un poco más deprisa, con lo que desconecto y refresco la mente antes.
Si, por el contrario, lo que te pasa es que crees que solo escribes basura, lo mismo te falta algo de confianza. Para estos casos, lo mejor es apuntarse a algún curso de escritura para aprender estrategias y recursos de escritor, y saber cómo y cuándo usarlos. Esa formación te dará seguridad en ti mismo y te hará mejorar tu estilo y técnica. Hay muchos cursos de escritura creativa, desde los de 30 horas hasta los tipo máster que duran más de un año. Los hay caros y asequibles. Estoy seguro de que también los hay gratis. Es cuestión de ponerse a buscar para encontrar el que mejor se adecua a tus necesidades. ¡Qué demonios! Si no encuentras un buen curso para ti, dímelo y yo mismo te mandaré algunos ejercicios para hacer. La cosa es recuperar la confianza. Ten claro que a todos nos ha pasado eso alguna vez. Incluso a los escritores famosos y de renombre. Como dice mi madre: «En todas las casas cuecen habas».
Otra forma de superar un bloqueo de escritor es unirse a alguna comunidad de autores. Hay muchas y muy variadas por las redes sociales. Mézclate. Seguro que encuentras a un buen grupo que está encantado de contar contigo y puedes llevar a cabo actividades creativas o conversaciones enriquecedoras.
Espero haberte ayudado si estás pasando por un bloqueo de escritor, o haberte dado alguna idea para superarlo si lo sufres en el futuro.
Por cierto, ¿te gustaría conocer el inicio de la novela del Oeste? ¿Qué te parece si te muestro los primeros párrafos en el siguiente post?